Cicatrices

#VideoDeLaSemana con ECCOS. Cicatrices

Hola a todos y bienvenidos a vuestra, nuestra casa y a la normalidad. Estas últimas semanas estamos asistiendo, aquí en España a un sin fin de noticias de hombres que matan a sus mujeres. De incendios descontrolados por todo el mundo y de un calor agobiante provocado por el cambio climático, que nosotros provocamos.

La vida nos deja cicatrices. Por eso los hombres matan a sus mujeres, porque nunca han sabido amarlas de verdad. Provocamos el cambio climático con nuestra actividad, porque solo pensamos en nuestro interés. Y cuántos incendios son provocados, no por pirómanos, sino por personas que buscan su beneficio. Y todo esto provocado por las cicatrices del desamor, que todos llevamos dentro.

A todos nos han dicho, que el otro no importa. Que lo que importa son nuestros intereses y nuestro beneficio. Y nuestras heridas lo demuestran, por que otros nos las han provocado, por que hacían esto.

Cristo también sufrió por nuestros intereses. Los judios no lo veían como profeta o el enviado de Dios que esperaban, por que no venía con la espada. Los romanos no lo tenían por alborotador. Los ricos y poderosos, por que les denunciaba de su hipocresía y cómo utilizaban la fe del pueblo en su beneficio.

Si, Cristo, también sabía todo esto. Por eso esta canción “Cicatrices” dice, que las nuestras no nos apartan de él. Si no que como el buen samaritano, se acerca a nosotros, nos lava las heridas para que no se infecten y nos cuida hasta que nos recuperamos. Y entonces lo vemos tal cual es.

Vino a revolucionar al mundo. Vino a enfrentar el padre contra el hijo y el hijo contra el padre. La madre contra la nuera y la nuera contra la suegra. Porque si somos de Dios, nuestra vida es distinta a la del resto de los demás y nos hace estar enfrentados a esta sociedad, que no desea que nadie les diga que no pueden hacer lo que hacen. Y quizás nosotros tampoco. Por qué deseamos las cosas del mundo.

Pero al ser de Dios, tenemos cicatrices por su causa y nos vamos pareciendo más y más a él. No podemos esconder lo que somos. Pues nuestra propia vida es una luz en medio de este mundo y una referencia para muchos.

Y un día seremos como él. Daremos nuestra vida por el evangelio. Seguramente ya la estamos dando al ajustar nuestros pasos a los suyos y ser repudiados por esta sociedad, que cree conocernos a los cristianos.

Dios es amor. Dios nos ama. No puede negar su naturaleza. Pero como dice la escritura “si no vuelves a mi de todo corazón. Dejas tus idolos y te conviertes. No puedo hacer nada por ti”. No puede sanarte. No puede mostrarte su amor y misericordia, por que no te dejas.

Si la vida te ha marcado. Te ha dejado cicatrices, no las escondas de Cristo, ni de nuestro Padre del cielo. Ni de nuestra madre la Virgen Maria, ni tan siquiera de San José. Pues todos quieren ayudarte a sanar y a conducirte ante nuestro Padre del Cielo. Quieren enseñarte el camino que te haga correr hacía la vida eterna.

Que la paz de Cristo quede contigo.

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