Madre

#VideoDeLaSemana con Coro Laraland «Madre de Hakuna» #BarcelonaCatolica

Hola a todos y feliz viernes. Estamos en tiempo de cónclave. En el tiempo en que escribo estas líneas aún no tenemos Pastor para la Iglesia. Por eso hoy he escogido una canción y un tema para comentar y reflexionar distinto a lo normal.

Todo el mundo está opinando cómo debe ser el próximo Papa. Hay casas de apuestas que han creado eso, un ranking de Papales para apostar. Todos nos creemos que podemos elegir y pedirle al otro que sea Papa o que sea itinerante o sacerdote. Es muy fácil señalar con el dedo y decirle al otro lo que debe hacer.

Pero ¿Y nosotros? Somos capaces de hacer aquello que le decimos al otro lo que debe hacer. Es fácil poner cargas al otro y uno mismo verse libres de ellas. Pero es muy difícil coger tu carga (Tu cruz) y llevarla a cuestas. Siempre nos escapamos.

Cristo al coger su cruz, se vió maltratado, insultado y escupido. Por no hablar de los azotes que recibió. ¿Y tú estás dispuesto a salir de tu proyecto de vida para servir a Dios?¿Sigues los pasos del maestro, como hacían los primeros cristianos?

No sirve decir “Vivir como en esos tiempos es imposible hoy”. 

En esos tiempos y en estos, lo que es imposible es abandonarnos a la voluntad de Dios. Un Dios de amor. Que nos ama profundamente y por eso estamos alegres. Pero que a la hora de darnos nosotros a los demás, no queremos, ni podemos. Pues nadie nos ha enseñado. Tenemos la teoría, pero no la práctica. 

Y la fe se convierte en la cotidianidad de unas oraciones, de unas eucaristías y poco más. Cumplimos con nuestros deberes. Pero realmente menospreciamos la palabra de Dios y el alimento que recibimos, cuando no hacemos carne dichas palabras en nosotros, en nuestras vidas.

Quizás pensamos que es un honor ser Papa o ser Obispo, Presbítero, Itinerante, Matrimonio en misión, Catequista. Porque somos mundanos, pensamos a través de nuestro ego. Pero detrás de todos estos servicios  hay un darse al otro. Es muchas veces no responder al mal con el mal, sino con el bien. Muchas veces hay que practicar la misericordia.

Como una vez escuché, nuestra fe es como un corazón que se hincha y deshincha cuando bombea la sangre al cuerpo. Nuestra fe se inflama en los buenos momentos y en los malos se contrae, para luego volverse a expandir. Y así nos acrisola Dios para él.

Recemos para que los miembros de su Iglesia seamos capaces de poner en práctica las palabras de Dios y seamos luz, sal y fermento para esta sociedad y dejemos de escandalizar a todos con nuestros pecados.

La paz de Cristo quede con todos vosotros.

Apoyame en mi labor

En primer lugar quiero daros las gracias a todos por vuestro apoyo continuado a mi labor evangelica de anunciar la palabra de Dios a traves de la música y bajo…