Si hubiera estado ahí

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Hola a todos y feliz viernes

Hoy os traigo una canción para reflexionar en lo profundo del corazón “Si hubiera estado ahí”. Es una canción que me encanta, pues me llega a lo profundo de mi ser y me hace preguntar, si yo hubiera estado ahí ¿reconocería a Jesús como el Hijo de Dios o como un lunático?

A veces me pregunto ¿cómo la gente de fe hace lo que hace y porque los incrédulos son tan fuertes en sus ideas? Hay una palabra que nos dice “Nadie puede venir a mi, si yo no lo llamo”. Creo que ahí radica el secreto de nuestro camino de fe.

Siempre leemos que Jesús llamó a sus discípulos y estos lo dejaron todo y le siguieron. Pero ¿cómo nos llama Cristo a nosotros que ya no lo vemos?

Quizás por nuestros padres que viven esta fe y desean que nosotros también la vivamos. Quizás por un acontecimiento que nos lo cambia todo y no tenemos descanso en nuestro corazón. Quizás un novio o una novia que tienen fe y nos descolocan por su manera de vivir y de querer. Hay tantas formas de llamado que parecen ser casualidad, pero que el Señor está ahí.

Pero incluso al ser llamados, hay quien se monta su historia aparte o trata de hacer de Dios un dios a su medida y transformar la palabra en un arma para construirse a sí mismos o para justificar su pecado.

El mayor engaño es que Jesús nació humilde y tuvo una vida humilde. Sus señales no venían con un gran ejército, ni con gran poder, cosas a las que estamos acostumbrados que tengan nuestros dirigentes y guías.

Y como en medio de una sociedad que nunca había escuchado las palabras de Jesucristo se sorprendía de sus señales y su enseñanza, que contradecía lo que ellos creían o habían vivido siempre. Vamos como ahora.

Y de ahí mis dudas: ¿Sería capaz de ver a Cristo hoy, si viniera en carne y hueso? ¿Sería tan justiciero como en ese tiempo los doctores de la fe? Y porque no.

Esta canción me recuerda mis peleas con Dios por la fe. Mis excusas por no obedecer aquello que mis catequistas me dicen. Mi pecado de origen que es “como negarme a mí mismo, a mi voluntad”. Esto es una gracia que debemos pedir y es una gracia que Dios quiere darnos, para que podamos cuidar de los demás.

De nuestros niños, de nuestras mujeres, de nuestros maridos, vecinos, familiares, hermanos, nuestros ancianos. Cuidar de este mundo que se está desestabilizando por nuestra culpa, de ahí el cambio climático.

Pidamos al Señor que nos ilumine los ojos, el corazón y la mente cuando se nos presente y que nuestro espíritu alimentado con nuestra fe, nos ayude a reconocerlo como auténtico Hijo de Dios.

Que la paz de Cristo quede con vosotros.

Apoyame en mi labor

En primer lugar quiero daros las gracias a todos por vuestro apoyo continuado a mi labor evangelica de anunciar la palabra de Dios a traves de la música y bajo…