En intimidad . Vídeo de la semana. Empezamos la Cuaresma.
Hola a todos, en el día de hoy y ya entrados en el tiempo de Cuaresma os he traido esta canción, recién salida del horno que creo va muy bien para estos tiempos que vivimos. La Cuaresma.
En el día de ayer celebramos el Miércoles de Ceniza. Donde nos imponen las cenizas, signo que nada somos más que polvo y ceniza. Que nuestra obras, por muy monumentales y majestuosas que sean, acabarán convirtiéndose en polvo y ceniza. Por que el tiempo hace que todo se olvide y todo sea necedad y vaciedad.
¿No os habeis dado cuenta de la necesidad patología, de nuestros días, de desmontar todo aquel que destaque de alguna manera? ¿De desvelar sus trapos sucios?
El ser humano de hoy, ya no creé en Dioses, ni en gurus perfectos, siempre están buscando los lios amorosos de los famosos. El dinero que tienen o si tienen problemas con el. Vivimos siempre desmontando al otro, sin importarnos las consecuencias. Somos ceniza.
Todo aquello que sea más alto que nosotros, debe ser objeto de destrucción, control y desguace y si es publico mejor.
Por que el problema del hombre es el Yo. Nuestro orgullo y soberbia. Queremos que nuestro legado perdure y todo lo cimentamos en el tener y en el demostrar que somos sabios e inteligentes y cuantos nos siguen en las redes sociales. Pero nada de eso importa.
En intimidad, os invito a reconocer ante Dios y antes Jesús, que murió por nosotros en la cruz, para salvarnos, quienes somos de verdad. Qué es aquello que nos aleja del Señor y como podemos acercarnos más a él.
Hay cosas, como la oración, la limosna y el ayuno que nos ayudarán. Pero lo más importante es reconocer, que necesitamos a Dios vivo entre nosotros y a Jesús como nuestro amigo y compañero de viaje. Y una vez aceptado esto, podemos acercarnos a ellos con sinceridad y humildad.
Por que reconocer que necesitamos a Dios y a Jesús como compañero en nuestra vida, es una señal, de que nuestro orgullo está siendo sometido, a pesar de los muchos tirones que nos va a dar. Y si nuestro orgullo, está siendo sometido, nuestra vida también será reflejo de aquello que Dios quiere que sea un autentico cristiano.
Acabo como he empezado, diciendo «Somos polvo y en polvo nos convertiremos» así nuestro cuerpo, cuando morimos, desaparece y no queda más un sitio vacío en la tierra, pero vivo en los corazones de aquellos que nos recuerdan.
Por todo esto, debemos vigilar aquellas metas que nos hemos propuesto, aunque nos creamos que son metas puestas por Dios. Por qué quizás solo perseguimos que nos miren y veneren y nos olvidamos del verdadero mensaje de Dios para toda la humanidad.
Empecemos la cuaresma buscando esa intimidad con el Señor y encontrándolo en lo profundo de nuestro corazón.