Hoy, debido al coronavirus es necesaria una plegaria de paz, para que toda la humanidad se una, para reconstruir nuestros países y nuestras vidas.
Todos hemos sufrimos y sufriremos las consecuencias de esta pandemia ¿Y que es mejor pelearnos entre nosotros o estar todos unidos, reconstruyendo una sociedad que va directa al abismo, consumiendo hasta el exterminio, los recursos de nuestro planeta?
El otro día, que estaba haciendo limpieza en casa, los cristales para ser más precisos, estaba escuchando en Spotify el grupo Athena, un disco de hace unos años y en acústico. Estaba yo en mis cosas, algo triste por la perdida de mi padre y las numerosas personas enfermas que conozco y las consecuencias del coronavirus y escuché tres canciones seguidas que me pusieron en marcha, de este mismo album. Por que venían perfectas a la situación que vivimos.
Aquí, en España, los partidos políticos, en vez de ir unidos y aportar soluciones, para hacer salir adelante nuestro gobierno, se pelean entre si. También los gobiernos autonómicos, con el gobierno central. Estamos todos peleados contra todos. Todos ocupados en no perder su cuota de poder. Unos políticos que cobran de nuestros impuestos y que parece que lo único que les preocupa, es seguir cobrándolos, a pesar, que muchos de sus ciudadanos, están en la ruina, debido al parón.
Es triste ver, que en casos de emergencia real, la gente solo se preocupa de quien conseguirá más votos y seguir con su discurso de siempre. También es triste ver, tanta gente sufriendo y que no va a quedar nadie, sin que esta crisis le afecte.
Por eso hoy he escogido esta canción «Una plegaria de paz» para que podamos orar para que podamos reconstruir nuestra sociedad en paz y viendo lo que realmente necesitamos (Menos, contaminación, más estar con los nuestros, cambiar la manera de hacer dinero o en los principios económicos de nuestra sociedad, que nos lleva al colapso planetario) Ya que debemos empezar ¡Hagámoslo con unos nuevos principios!
Y si esta sociedad no puede, los cristianos de todo el mundo, unámonos para rezar por la paz y la serenidad de nuestro corazón, mente y alma.
Los cristianos, somos el pueblo de alabanza. El pueblo de la luz. Por eso no se puede esconder ante esta necesidad mundial.
Hoy enterramos a una hermana, muy querida en la fe. Después de una larga enfermedad y muchos dolores, que la tenían postrada en una silla de ruedas desde hace años. Una mujer impetuosa, pero de gran ternura. Esperamos todos tus hermanos en la fe, que llegues hasta el Padre.
En cuanto al hijo de esa familia, hermana en la fe, tiene cáncer y le van a dar quimioterapia, lo antes posible.
La paz también para ellos y sus familiares y todas aquellas víctimas y enfermos, que en estos tiempos entran en los hospitales.
La paz de Cristo se quede con vosotros.