Hola a todos. Hoy el vídeo de esta semana, nos invita hacer una reflexión profunda sobre nosotros mismos. Sobre como somos y porque no podemos decir «te necesito».
A mi, de pequeño, esta sociedad me enseño que decirle al otro que lo necesitabas, era una debilidad, que el otro podía y debía explotar, ya que dependías de él. Que eras débil. Y eso para un hombre es malo.
Pero no poder decirle al otro que lo necesitas, es una muestra, no de debilidad, si no de una esclavitud profunda en el orgullo y la soberbia, que no nos permite decirle al otro que lo necesitamos.
Esto también, se traduce hacía Dios. ¿Como le decimos a Dios que lo necesitamos si nos creemos autosuficientes? Pero no lo somos. Somos débil y frágiles. Somos creaturas, no somos Dios y necesitamos de todas aquellas personas que, nuestro Padre del cielo, a puesto a nuestro alrededor.
¿Pero como reconocemos que somos débiles, si nos han enseñado a no depender de nadie. Es decir, a estar solos. A no amar. Ha utilizar al otro según nuestro antojo?. ¿Suena fatal no?
Pues esto nos enseña esta sociedad, competitiva y cada vez más egoísta. Qué solo piensa en si misma y como satisfacer sus necesidades y placeres.
¿Y como vamos a decirle a Dios o a cualquier otra persona que la necesitamos, si antes no hemos experimentado que Dios nos ama profundamente? Como somos realmente. Y nos cura de nuestras dolencias y nos hace una persona nueva.
Este es el misterio escondido a los ojos de todos los hombres y mujeres del mundo. Un misterio difícil de aceptar, porque entonces no somos Dioses, ni autónomos. No somos como Dioses. Solo somos creaturas.
¡Qué difícil es aceptar esto para el hombre moderno, acostumbrado a las maravillas tecnológicas y al ver todo lo que la humanidad a conseguido! ¿Pero hemos conseguido, realmente tantas cosas? ¿Y el hombre del presente, como está? ¿Tú, como estas?
Reflexiona esta semana sobre ello. ¡La paz en Cristo a todos!