¿Por qué lloras?

#VideoDeLaSemana con Grupo Hakuna ¿Dime por qué lloras? #BarcelonaCatolica

Hola a todos y feliz jueves. Hoy me he adelantado a escribir estas líneas debido a la muerte del Papa Francisco después de Pascua. Podemos decir que nuestro querido Papa Francisco ha hecho Pascua con sus hermanos antes de partir al Padre del cielo.

Para mi en especial, esta cuaresma hemos despedido unos cuantos hermanos y a nuestro querido Papa Francisco. Esto nos enseña que por mucho que luchemos para conseguir nuestras metas y tener éxito en la vida. La misma vida es un suspiro. Se nos escapa en el momento menos pensado.

Hoy os traigo la canción del Grupo Hakuna ¿Por qué lloras?. Pues nos habla de como Maria Magdalena va al sepulcro y lo encuentra vacío y piensa que se han llevado el cuerpo y se presenta Jesús, como un desconocido y le pregunta ¿Por qué lloras?.

Hoy nos podemos hacer esta pregunta ¿Por qué lloras por la partida de nuestro querido Papa Francisco? Él, más que nadie, estará descansando con nuestro Padre del cielo. No está muerto, sino vivo y resucitado con Cristo a quien seguía, como Cabeza de la Iglesia.

El otro día comentaba en casa que los últimos tres Papa que he conocido desde San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco, cada uno se ha caracterizado por una cosa.

1. San Juan Pablo II. Empezó a recoger y animar a los jóvenes católicos de todo el mundo y creó los Encuentros mundiales de la juventud.
2. Benedicto XVI se caracterizó por dejar unas hermosas encíclicas. Como el erudito que era.
3. Papa Francisco hizo que la Iglesia se volviera un poco más hacía sus orígenes. El mismo, era un hombre sencillo y sin pretensiones de gloria personal.

¿Y qué nos queda ahora por hacer, en medio de una sociedad cada vez más descristianizada? Lo primero, dejar de llorar por el Papa una vez enterrado y mirar hacía delante y orar a nuestro Padre del Cielo que nos envíe un Papa capaz de seguir renovando la Iglesia, como se deseaba en el Concilio Vaticano II.

Necesitamos una Iglesia valiente. Una cabeza valiente, fuerte y fuerte en la fe, para empujar y hacer que esta, nuestra casa, se convierta en ese verdadero signo de acogimiento, perdón, humildad y amor. Debemos despojarnos de las castas y ser un solo pueblo, compartiendo una misma fe y un mismo sentir con los demás. Comunicando nuestra vida y nuestros bienes con nuestra fe.

No es hora de llorar. Es hora de dar gracias por tantos dones recibidos.¡Porque Cristo, en nuestra Pascua, verdaderamente ha resucitado! Y con él están todos aquellos que nos han precedido y han sido dignos de estar en su presencia.

Gracias por todo, querido Papa Francisco.

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