Tu amor no tiene fin

#VideoDeLaSemana con Lilly Goodman «Tu amor no tiene fin» #BarcelonaCatolica

Hola a todos. Hoy, fuera de mi tiempo habitual, os traigo una canción que, nada más escucharla, pensé: “Esta es”. Es de Lilly Goodman y se titula Tu amor no tiene fin.

He estado en silencio más de una semana porque coincidieron festividades y trabajos de fe que no puedo abandonar, y también porque durante estas fechas hemos vivido las terribles inundaciones en la Comunidad Valenciana, aquí en España.

El sábado pasado fue el día de rezar por los difuntos, y pensé en aquellos que fueron sorprendidos por las aguas y no lograron salvar sus vidas. Ellos no esperaban morir en esos días, y me preguntaba si, interiormente, estaban preparados para ello. Si no era así, ¿vagarán sin rumbo en este mundo en forma de espíritus o fantasmas? Entonces, comencé a orar por todos los muertos del mundo, incluidos aquellos que siempre negaron a Dios y adoraron al Diablo, y que seguramente están en el infierno.

¿Por qué hice esto? Como dice la canción de hoy: Tu amor no tiene fin. Cristo es el único que ha descendido a la muerte y ha resucitado; es el único que nos rescata siempre de la muerte de nuestros pecados. Cristo es el único que ha engañado al Diablo y lo ha vencido. Por todo ello, comprendí en ese instante que también Dios, nuestro Padre celestial, tiene misericordia de los atormentados por sus pecados y decisiones, aunque no lo merezcan. Pues Dios es un Dios de vivos y no de muertos; Él quiere nuestra felicidad y que descansemos en Él. Que todos lo conozcan.

Ya veis, empecé pensando en los muertos de la DANA y acabé pensando en todos los difuntos del mundo. Os quiero decir que este amor es el que nos salva; no el dinero, ni el poder, ni ser el hombre más rico ni el más poderoso del mundo. Todo ello no sirve de nada, pues cuando morimos no nos lo llevamos con nosotros, ni siquiera nuestro cuerpo.

Así que no seamos tontos y vivamos conforme a lo que nos enseñó Jesús: “Ama a Dios con todas tus fuerzas y tu ser, y al prójimo como a ti mismo”. Haz esto y tendrás vida eterna, pero no por tus fuerzas, sino por la gracia de Dios.

Recordad, sin embargo, que debemos abrir el corazón a Dios; de lo contrario, Él no puede entrar en nosotros y transformarnos en aquella persona que siempre ha querido que seamos.

Que la paz de Dios esté con vosotros.

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