Venga lo que venga

#VideoDeLaSemana conJoaquín Chávez, Via Cantus «Venga lo que venga» #BarcelonaCatolica

Buenos días a todos y feliz viernes. Hoy os traigo una canción, con ritmo urbano, que es como se venden, pero muy actual. Se titula “Venga lo que venga”.

En esta canción con ritmo para bailar, nos habla de que todo lo podemos con Cristo o Dios, con nosotros. Ayer hablaba de cómo podemos caminar “por encima de las aguas” como Jesús hizo, si tenemos la vista fija en él.

Se que es difícil, pero si miramos el ritmo de la canción, es un ritmo para bailar, un ritmo de alegría. La alegría que sintieron los discípulos al ver a su Maestro resucitado, que es nuestra alegría y la incredulidad que para el resto representa creer en Jesucristo. Y esta alegría nos hace bailar y estar contentos y caminar sobre las aguas. Porque Cristo está resucitado. Ha vencido a la muerte. Nuestra muerte.

No es fácil creer en ello, al ver tantas guerras. Tanta crueldad y la tiranía del dinero, reflejado en el mercado. Vemos como lo principal en el mundo es el poder. El ser el primero. Y esto se consigue a través del dinero. Pues el dinero todo lo consigue. ¿Todo, de verdad?

Hay algo que el dinero no consigue y es el amor. Que alguien te quiera y te valore por ti mismo, no por tu dinero, ni por tu poder. Porque todos aquellos que vienen por interés, al final se marchan cuando pierdes tu poder y te dejan solo, tirado en una esquina del camino de la vida y encima se rien de ti. Tan necios son.

Lo que hizo Jesucristo, lo que quería que hiciéramos, es que nos amaramos los unos a los otros, como él nos amó. En la dimensión de la cruz.

La cruz, nuestro símbolo de amor, del amor de Dios, nuestro Padre del cielo con nosotros. Y si yo te digo que todos los cristianos estamos llamados a imitar a nuestro maestro ¿Qué responderías?

Porque si te sientes amado, de verdad por Dios, respondes con amor. Devuelves ese amor con obras de vida. Estás contento y haces canciones como esta.

Si no somos capaces de amar y perdonar de verdad, es que el amor no ha llegado a nosotros. Porque toda guerra siembra muerte y destrucción y soledad y todo ello engendra odio y sed de venganza.

Como el Bullying en las escuelas o en los trabajos o en nuestros grupos de Iglesia. Pues nuestro corazón humano clama a Dios por la sangre vertida, por las injusticias recibidas. Y pedimos cuentas a los demás por cada herida recibida. Y nos olvidamos del amor de Dios porque somos incapaces de perdonar, pues deseamos nuestra justicia, nuestra sed de sangre de aquellos que nos han hecho el mal. Y nos marchamos de la Iglesia.

Esto se ve en todas las guerras que hay en el mundo y en todas las disputas que vivimos. Un apunte y callo. Cristo aceptó todas las injusticias que sufrió, por ti y por mi. Para enseñarnos que nuestro Padre del Cielo es poderoso para salvarnos de nuestras enfermedades físicas y de la muerte espiritual, en la que hoy nuestra sociedad vive.

Mi respuesta es esta “Venga lo que venga, yo estoy con Cristo”. La paz a todos.

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