Bendito seas Jesús

#VideoDeLaSemana con Sofía Giraldo y «Bendito seas Jesús» #BarcelonaCatolica

Hola a todos y feliz reencuentro con la rutina de nuestra vida.

Durante estas vacaciones de Agosto, he vuelto a reconectar con la importancia de ser fiel a la Palabra de Jesús. En los inicios de las vacaciones, escuché un par de veces, como el sacerdote no pedía ser fieles y veraces a la hora de seguir a Jesús.

Podíamos decir, que debíamos ser radicales en seguir sus palabras, en medio de una sociedad en la que se mueve mucho más entre los grises. Para no enfadar a nadie. ¿Pero cuál es esa radicalidad que nos pide nuestro Padre del Cielo?

No es la de denunciar, como jueces y verdugos a los demás. Sino cumplir los dos primeros mandamientos, que encuadran todos los demás

1- Ama a tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con toda tu mente.

2- Ama al prójimo como a ti mismo.

Es imposible para el ser humano amar, como Dios nos ama. Entregarnos al otro, como Dios se ha entregado por nosotros, si no lo recibimos del cielo. Si no vemos y experimentamos este amor y esta entrega por nosotros, de nuestro Padre del Cielo.

Por eso hoy este canto “Bendito seas, Jesús”. Porque como dice el canto “nos sentimos solos” y te necesitamos. Pues como perdonar aquellos que se aprovechan de nosotros o nos desprecian por ser católicos.

¿Cómo entregar nuestras vidas a nuestra mujer y nuestros hijos, si no tenemos esta capacidad?Si siempre estamos pensando en nosotros mismos y solo hacemos aquello que nos interesa.

¿Cómo vivir en medio de esta sociedad que no cree en Dios, pero si en su fuerza y en su propio poder destructivo?

Este mes, me he dado cuenta de una cosa. Los apóstoles, también vivían en un mundo totalmente extraño a la palabra de Jesús. Y en medio de las persecuciones y torturas permanecieron fieles. ¡Y nosotros nos quejamos!

Tengo la impresión que somos unos blandengues. Que esta sociedad nos ha transformado en hombres y mujeres fofos, sin forma aparente. Nos dejamos llevar por las modas o por las opiniones generalizadas de los demás.

Pero la fe nos pide esa radicalidad de vivir como cristianos. Renunciando a muchas cosas que se nos ofrecen, que en apariencia nos pueden llenar los bolsillos de dinero y nos pueden catapultar hacia el estrellato, pero que nos arruinarán el alma. Y debemos pensar que queremos.

Aunque nuestros hermanos o hijos o padre o parientes y amigos o nuestros esposa o esposo nos dejen solos ante Dios, debemos escoger a quien servir. 

Este mes, viendo todas las guerras, todas las justicias o injusticias del mundo, me doy cuenta de la falta del amor de Dios. Como todos, tenemos el pecado original en nuestro ser. Que es el de querer hacer la nuestra, sin reconocer a nadie por encima nuestro que nos diga lo que está mal. Y esto nos está matando a todos y mata nuestro planeta.

Bendito seas Dios, por tanto que nos has regalado y que nosotros lo moldeamos a nuestra imagen y semejanza, olvidándonos de ti. Nos olvidamos de los dos primeros mandamientos que nos diste. Pues no queremos amar, para no sentirnos mal con nosotros mismos. Ni dependientes de nadie en este mundo.

Perdónanos Señor, por que no sabemos hacer otra cosa, si tu no nos lo enseñas.

La paz de Cristo quede con todos vosotros.

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