Soy Sana

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Hola a todos y feliz viernes. Hoy os traigo una canción, que trata sobre la enfermedad y su sanación. Se titula “Soy sana”.

Siempre os estoy hablando de crisis de fe y de contradicciones en nuestra vida como critianos. Hoy quiero hablaros de la enfermedad. En mi caso la tengo siempre presente por la situación en casa y por lo que vivimos en mi comunidad.

En casa por mi madre, ya mayor, con sus achaques de la edad. Y en la comunidad, porque aquellos que veía como referencia cuando era joven, ahora están ancianos. Los que estamos bien debemos cuidar de ellos. Es una realidad que vivo. Pues nadie lo va hacer.

Entonces podemos hacer dos cosas o desentendernos de ellos y los metemos en asilos o buscamos alguien que lo atienda o aceptamos y los ayudamos en todo lo que podemos.

Ver a nuestros padres entrar en la vejez, es duro. Pues aquellos que nos habían cuidado, pensábamos que siempre estarían ahí fuertes y sanos, se nos desmorona, ante su precariedad.

Y la enfermedad va de eso. De nuestra precariedad, de nuestra humanidad. Tanto la vejez, como la enfermedad, nos indican que somos humanos. Nosotros que nos creemos algo mucho más de lo que somos, nos recuerda que somos débiles y finitos. Somos de carne.

Pero podemos renegar de Dios y de nuestra naturaleza o abrazarla y aceptarla. El Señor, no hizo acepción de personas. Curó a todos. ¿Por qué crees que no puede curarte a ti?

Nos dicen que la salud física, refleja nuestra salud espiritual o mental. Pues nuestro cuerpo está unido al espíritu y si este está triste, nosotros también. La enfermedad nos enseña cada día, nuestra debilidad, lo que realmente somos. Y en esa debilidad nos quiere Dios.

En esa debilidad, quiere que nos acerquemos a él. Le pidamos la sanación de nuestra mente, nuestro espíritu, nuestro cuerpo y sanemos en conjunto. Si estamos enfermos, nuestro canto, si cantáis,se refleja en el mismo. Si estamos sanos y alegres, también se refleja de la misma manera.

En la enfermedad somos probados, pues la enfermedad nos impide realizar nuestras tareas cotidianas, ganar dinero, ir a donde queremos y hacer lo que deseamos. Como fué probado Job.

Pero si creemos en él, esperemos en él. Nos ayudará, nos fortalecerá ante nuestra debilidad. Nos mostrará su amor, mientras todos nos exigen que cumplamos nuestras obligaciones.

Si está enfermo, no desesperes y rezale a él, con el corazón humilde y en sinceridad y lo descubrirás cerca.

La paz de Cristo quede con vosotros.

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