Hoy en vídeo de la semana con Eric Costa y Jonatan Narvaez
Hola a todos. Hoy os traigo un vídeo que viene muy acorde con lo que estamos viviendo, aquí en España y la desescalada del covid y los jovenes.
El vídeo «Joven soy, tuyo soy» me ha echo pensar en mi juventud, dentro de la Iglesia. Yo era incapaz de decir algo parecido en voz alta, por miedo a lo que se diría de mi.
Esta canción me ha recordado mucho lo que les dijo San «Juan Pablo II» a los jóvenes «No tengais miedo». Es algo parecido o que nace de las misma palabras que Jesus les dijo a sus discipulos «Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo».
Las dos afirmaciones transmiten la seguridad de que Dios está con nosotros y que siempre nos ayudará a mantenernos en la fe y a dar un testimonio claro, ante los hombres. Pero para ello hemos de conocer a Dios en nuestro corazón.
La realidad, es que se ha predicado mucho, con palabras y cuando se muestran nuestros pecados, sencillamente las palabras desaparecen y solo queda el pecado.
Hace unas semanas, leía en una lectura de los laudes, que la Iglesia es el amanecer. No es exactamente la luz. Si no el camino que nos lleva a la luz. Hacia Dios. La Iglesia no es perfecta, pues está constituida por hombres y estos, todos nosotros, somos pecadores. Estamos sumidos en nuestra oscuridad y debemos ser conducidos a la luz.
Debemos conocer a Dios. Y esto se hace no solo con escuchar la misa, sino en recibir caquetesis o charlas basadas en la fe. Nuestra fe. Algo que yo de joven no estaba muy seguro de hacer.
Por eso, hoy en día siento ciertos celos de la juventud catolica, que tiene este acontecimiento de la JMJ, la Jornada Mundial de la Juventud Catolica, donde se reunen jóvenes de todo el mundo, para manifestar su fe y sus creencias.
Tambien tengo cierta envidia, de aquellos que en sus vídeo transmiten sus enseñanzas o cantan, siendo jóvenes. Algo que antes no se hacía y que todo nace de lo mismo. Esta juventud catolica, que está perdiendo el miedo de transmitir lo que vive al mundo.
Y esto, es un regalo, muy valioso para todo el mundo. Para los que profesamos la fe de Cristo y para aquellos que están necesitado de ello. Pues quizás así evitemos que muchos de nuestros jovenes caigan en el sin sentido de esta vida sin Dios y que les empuja a una vida donde lo que buscan son las fiestas, el descontrol y que nadie les coharte su libertad. Es decir que nadie les enseñe como comportarse y vivir.
Pero tambien sé que muchos nunca recibirán una palabra y si lo hacen la rechazaran de plano. Pero para aquellos que estamos en la Iglesia y vemos como nuestros jovenes levantan su voz en medio de esta sociedad, para decir como viven su vida, es un autentico regalo.
No se que será de ellos en el futuro. Pero espero que este canto se cumpla y en los años que vienen, formen parte de la Iglesia, como piedras vivas y fuente de luz.
Gracias a todos. ¡La paz de Cristo esté con vosotros!