Buen viernes.
Pronto me daré un descanso de escribiros estas breves inspiraciones, sobre nuestra vida como católicos. Todas ellas basadas en experiencias propias e inspiradas por estos vídeos tan estupendos que os comparto.
¿Qué es lo que Cristo nos deja claro al morir en la cruz? ¿Por qué no bajó Dios del cielo a castigar a los romanos y a todos aquellos que deseaban la muerte de Cristo? Porque Dios ya había mostrado su poder a su pueblo Israel. Ahora debe mostrar su amor.
Un amor que libera, al perdonar los pecados. Pues nos quita las cadenas del rencor, del ser, de la ansia de poseer más y más, de mirar solo para uno mismo, nuestros intereses y hacer que la vida del otro sea un infierno.
Todo ello se hace a través del amor. De su muerte en cruz. Algo impensable. Pero Cristo no murió obligado, sino porque quiso y quería mostrar a todos como era el Padre. Hasta ahora los Israelitas seguían normas y preceptos, que muchos de ellos burlaban, imponiendo a los demás duras cargas que ellos no cumplían.
Es más fácil seguir leyes e imponerlas, que hacer las cosas por propia voluntad. Incluso al enemigo. Por eso vino Cristo, para sacarnos del error, de que el amor se da en aquel que hace nuestra voluntad o nos hace la pelota. Pero eso no es el amor.
El amor es paciente, es servicial, no es envidioso, no se jacta, ni se engríe, es decoroso, no busca lo suyo, no se irrita. No toma en cuenta el mal, no se alegra con la injusticia, se alegra con la verdad.
Si amas de verdad, muchas de estas cosas se te van a dar, o todas. Y esto, es lo que nos dejo claro Cristo Jesús y el Padre del cielo. Su ley no es la exigencia, sino vivir la vida a través del amor del Padre.
¡La paz de Cristo a todos vosotros!