Llevamos un tiempo teniendo noticias sobre los abusos de sacerdotes
católicos a los niños que iban a la iglesia. Es una de esas
noticias que nos afectan a todos y nos destrozan profundamente.
La pederastia es un acto bárbaro, que atenta contra la vida misma,
que se está dando a conocer en el mundo. Es como matar a un niño o
apartarlo de forma violenta de su familia. No importa quien lo haga y
porque motivos. Es un acto que deja profundas huellas en el ser
humano. Como la violación. Porque es una violación a un ser que aún
no sabe como defenderse y actuar.
Como católico me he escandalizado de la conducta de la Iglesia en el
estado de Pensilvania, sobre todo por ver como se a escondido este
delito y la aparición, según parece, de un manual para poder
cometer dichos abusos y salir impune. Es sencillamente horrible y
asqueroso y eso me lleva a algo que he descubierto en la fe:
-Hay muchos que se llaman católicos y solo vienen a la Iglesia a
esconder sus malas acciones y conductas, bajo el manto de la buena
reputación de ella. Sobre todo en los años en los que ocurrieron
estos abusos. Donde la Iglesia era toda una institución poderosa.
¿Como podemos identificar a los auténticos cristianos, de los
malechores y delincuentes dentro de la Iglesia? Por sus obras, su
manera de hablar y comportarse. Si todas ellas van parejas, seguro
que llevan la fe en el corazón.
Profesar la fe católica, no es hacer un cursillo para tener el
diploma o la etiqueta, sino el vivir como quería cristo y como nos
enseñan las palabras de la biblia. Eso nos incluye a todos los que
estamos dentro de la Iglesia. Si no vivimos así se producen
escándalos, que salen a la luz tarde o temprano.
Personalmente, pienso que aquellos sacerdotes que abusaron de los
niños, son mal llamados sacerdotes, ellos y aquellos que les
ayudaron a esconder esto. Si bien es verdad que Dios perdona todos
los pecados, también es verdad que dentro de la Iglesia no se pueden
permitir actos como estos y menos si defendemos el derecho a la vida.
Es decir, defendemos la vida de los no natos y de los niños. También
es verdad que después de la confesión, debe haber la contrición de
corazón, para evitar volver a pecar.
Estos mal llamados sacerdotes, solo se buscaban a sí mismos,
satisfacer sus necesidades y
malformaciones y no buscaban más allá
de ello. Así que su sacerdocio se vio anulado por sus acciones. Y se
hizo mal encubriéndolo, porque ahora el escándalo es mayor.
¿Como podemos vivir con estos escándalos los católico? Pues viendo
las actitudes de todos los que seguimos a Cristo, como ya e dicho
antes. Porque la palabra de Dios actúa, ciertamente, en cada uno de
nosotros, si nos abrimos a él. Si no lo hace, pasan cosas como la
que estamos hablando y otras, todo ello debido a la naturaleza
humana.
Es verdad que debemos ayudarnos unos a otros en el combate de la fe,
como nos pide Jesucristo. Pero denunciar los malos actos y cortarlos
de raiz, también es un acto de fe y de responsabilidad ante todos
los demás. Sobre todo si vemos que dichos actos no se detienen y se
utiliza a la iglesia como escudo protector.
Todo ello solo hace que sean cada vez menos los que crean en el
catolicismo. Y esto es culpa de los que estamos dentro de la Iglesia
católica. Solo nuestra, por no cuidar de nuestra fe y de los unos a
los otros.
Antes todos eramos católicos y se produjeron muchos malos actos bajo
su paraguas protector. Pero como decía Jesucristo “vosotros sois
la sal de la tierra” Eso quiero decir que no todos debemos seguir a
Jesucristo, porque siempre habrá personas que nunca lo seguirán. Si
no que debemos ser auténticos cristianos para poder transmitir
aquello que Dios nos dejo en nuestro corazón.
Seamos consciente de ello.